La mediación familiar juega un papel crucial en el contexto legal de Chile, proporcionando un medio efectivo y humano para la resolución de conflictos dentro de las dinámicas familiares.

La Ley chilena reconoce la importancia de este enfoque al promover la comunicación y la colaboración entre las partes involucradas en disputas familiares, con el objetivo de alcanzar acuerdos equitativos y sostenibles.

Al fomentar el diálogo y la comprensión mutua, la mediación no solo contribuye a evitar litigios prolongados y costosos, sino que también promueve la preservación de las relaciones familiares y el bienestar emocional de todos los implicados, especialmente de los niños.

En este sentido, la mediación familiar no solo cumple con los requisitos legales, sino que también responde a la necesidad fundamental de promover la armonía y la estabilidad en el seno de las familias chilenas.